miércoles, 13 de mayo de 2009

comentario por Olga Tibocha

ALBERTH CAMUS Escritor francés, nacido el 7 de Noviembre de 1913 en Mondovi (Argelia) y muerto en un accidente automovilístico un 4 de enero de 1960. Tras haber perdido a su padre, pasa su juventud en Argel, donde su madre, analfabeta, sostiene las necesidades familiares con diversos trabajos domésticos. A los 17 años, Camus conoce el infortunio de la enfermedad: aquejado de tuberculosis, se verá siempre limitado por su delicada salud. Inicia pronto su militancia activa contra el fascismo y deseoso de elaborar una verdadera cultura popular, se adhiere al Partido Comunista Francés en 1935. Llega a ser el verdadero animador de la Casa de Cultura de Argel y funda el Teatro del Trabajo, en el que trabaja hasta que en 1940 abandona Argelia para instalarse en Francia, donde pasa a formar parte de la Resistencia. Entre 1944 y 1947 dirige el diario "Combat". En 1951 sostiene una violenta polémica con Sartre a propósito de la Revolución agravada con el desencadenamiento de la guerra de Argelia, en la que Camus, tras una llamada a la tregua civil, mantiene una postura de no compromiso directo, para no convertirse en un garante del terrorismo argelino.
Camus, escribió El Extranjero en 1942, en medio de una guerra
en la que no podía participar activamente por su quebrantada salud

La obra de Camus advierte sobre el hombre que se está creando. Es una denuncia frente a una sociedad que olvida al individuo y le priva de un sentimiento de pertenencia activa en la comunidad. Fue premonitorio respecto al ciudadano occidental que se encontrará la sociedad tras la II Guerra Mundial

Es una novela que debemos tener en cuenta por su calidad literaria y su estudio sobre el ser humano, su advertencia de la creación progresiva de lo que podemos entender como el HOMBRE DEL TERCER MILENIO lo podemos ver como una persona apática, solitaria, resignad ante la vida, carente de emociones y de valores hasta el punto de ser incapaz de distinguir el bien y el mal. Plantea tantas cuestiones sobre la identidad y personalidad del ser humano la cual es una poderosa fuente de reflexiones.

Vemos que es relatada por su protagonista MEURSALUT y esta caracterizada por un tono frio, sin implicaciones sociales o emocionales de ningún tipo, se conduce al protagonista a una sensación de monotonía. Meursault encarna el sentir del hombre que se haya imposibilitado de expresarse y de actuar según su naturaleza. Como seres humanos partícipes de una sociedad, reprimimos en innumerables ocasiones (la mayoría del tiempo automáticamente), nuestros sentimientos, deseos e impulsos naturales A medida que crecemos y nos educamos en un determinado contexto, nos vamos programando para distinguir ciertas cosas como “correctas” e “incorrectas”. Lo que muchas veces ni siquiera nos preguntamos es si estas limitaciones que aceptamos van a favor o en contra de nuestros instintos Meursault actúa guiado por sus necesidades naturales diciendo y actuando en pos de de lo que pide el cuerpo, influyen sobre el los factores del clima vemos el hambre, el cansancio, el deseo sexual Comprende que todos vamos a morir y que vivamos una vida o la otra, con unos valores u otros, o del todo sin ellos, no tiene ningún valor al fin.

La novela se compone dos partes:

La primera (la muerte), la cual es una narración hecha en primera persona cuando el protagonista ya expuesto nos narra la muerte de su madre y el dolor que siente tras el entierro de está, vemos que se muestra aséptico cuando le preguntan sobre el amor y el matrimonio y la reacción que toma al ver la persona que engaño a Raymond su vecino esa frialdad con que le da el disparo y aún así la acribilla ya moribundo.

La segunda parte cuando el juez lo interroga sobre su vida privada y sobre el carriño a su madre pero este ve la frialdad de Meursault el cual no presenta ninguna clase de arrepentimiento por lo ocurrido, lo acusara por haber enterrado a su madre con un corazón criminal y pide la pena capital para alguien tan monstruoso el cual no tiene principios morales.

Es tal la pasividad del personaje, que incluso tras conocer su fatal destino, sigue permaneciendo prácticamente inmutable. Desde el momento en que sabe que va a morir, se aísla en su celda sin más compañía que sus propios pensamientos. Es en este momento cuando atisbamos el lado más humano del protagonista, ya que disfruta observando la caída del día a través del ventanuco de la prisión y navegando por los recuerdos de su ser. Meursault llega a la conclusión de que no se es nunca totalmente infeliz, pues se puede disfrutar con las pequeñas cosas de nuestro alrededor, y de que uno se acostumbra a lo que tiene: “Cuanto más reflexionaba, más cosas desconocidas y olvidadas sacaba de mi memoria. Comprendí entonces que un hombre que no hubiera vivido más que un solo día podría sin esfuerzo vivir cien años en una prisión. Tendría bastantes recuerdos para no aburrirse”– reflexiona el protagonista.

La novela no resuelve si el protagonista es mejor o peor que sus jueces, pero sí explicita que, como herramienta filosófica, el existencialismo puede aportar una nueva perspectiva sobre un mundo en el que los valores sociales y religiosos, respectivamente representados en un proceso penal y en un capellán, pueden ser revistos a la luz de circunstancias que parecen colmarlos y reclamar mayores y más efectivas respuestas o alternativas.

En la novela, para resumir, todo se traduce de manera literaria en un estilo narrativo sin mucha elaboración y, filosóficamente, en el hundimiento en el absurdo de una vida sin razón ni sentido. Escrita en la década del `40 del siglo pasado, del milenio pasado, las situaciones que plantea son perfectamente entendibles y trasladables a la actualidad. Ignoro si esto habla bien de la agudísima capacidad literaria y de observación de Albert Camus, o si habla, además, muy mal de la Humanidad y su – en principio - cuestionable concepto de progreso.

Se trata de una novela densa y riquísima en contenidos a pesar de su ajustada extensión, una reflexión imprescindible la que nos brinda Albert Camus para entender al ser humano. Una obra maestra a la que el paso del tiempo no merma, por su calidad literaria y porque llega hasta “adentro” del lector.

3 comentarios:

  1. Buenas tardes compañeras envio mis aportes espero que sean de su agrado de igualmanera anexe la biografia de Alberth Camus hay que ponernos deacuerdo para ver quien va ser la moderadora esta vez

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  2. apreciada compañera olga revise su aporte al foro muy interezante esperemos hasta el 16 haber quien mas aporta bueno feliz noche.

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  3. Gracias compañera me gusto mucho su punto de vista de la novela; justo hay es donde se demuestra la riqueza de la diversidad cuando cada uno ve el mismo texto desde puntos de vista similares o diferentes, pero que en sí permiten que se adquieran conomientos y se tenga una postura diferente de la vida. Genny Marcela Romero Cáceres

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